La ingesta de maíz favorece la digestión

La palabra “maíz”, se usa para definir tanto a la planta como al fruto, este cereal es reconocido a nivel mundial por tener la tasa más alta de producción en cuanto a cereales.

Contiene una gran cantidad de beneficios por su nutritiva composición, pero debe ser consumido en cantidades moderadas debido a las consecuencias negativas que puede causar en el organismo.

Ventajas de consumir maíz.

Gran variedad de nutrientes:

El maíz está compuesto principalmente por carbohidratos, azúcar, fibra y almidón. También aporta al organismo vitaminas y minerales que deben ser consumidos diariamente tales como, magnesio, fosforo, cobre, zinc y potasio.

Es un hidratante natural debido a que el 96% de su peso es agua. Mientras que aporta tan solo 86 calorías por cada 100 gramos de maíz, siendo una cantidad muy bajo como para afectar negativamente al organismo.

Ayuda al sistema gastrointestinal:

Debido a la alta cantidad de fibra y almidón que presenta este cereal, causa que el sistema gastrointestinal pueda fluir con mayor facilidad, contrarrestando los problemas que tenga el organismo.

Fortalece la flora intestinal dándole inmunidad y previniendo inflamaciones e incluso disminuye el porcentaje de riesgo a sufrir de cáncer colorrectal.

Contiene antioxidantes:

Los antioxidantes presentes en el maíz, son indispensables para fortalecer el organismo, mejorar la salud, prevenir enfermedades crónicas y combatir el estrés oxidativo.

El principal encargado de estas funciones es el ácido ferúlico, además de la luteína, antocianinas y zeaxantina.

Sus compuestos ayudan a mejorar la vista:

Otros de los compuestos que se encuentran presentes en el maíz son, la luteína, los carotenoides y la zeaxantina, los cuales son indispensables para la salud ocular. Ayudan a reducir el daño oxidativo de los tejidos oculares, favorecen la percepción de la luz y reducen el riesgo de padecer cataratas.

Es beneficioso para combatir la obesidad:

La densidad de la fibra del maíz y las proteínas vegetales, son difíciles de digerir por el organismo, causando que el proceso de descomposición de las partículas sea más lento y que la sensación de saciedad dure por un periodo más largo.

Estos efectos, en conjunto con la baja cantidad de calorías, causan la pérdida de peso del organismo.

Ayuda a reducir los niveles de colesterol y estabilizar la presión arterial:

La fibra presente en el maíz, reduce considerablemente los niveles de colesterol al liberar ácidos biliares. Mientras que la alta cantidad de potasio, ayuda a disminuir la fuerza con la que fluye la sangre y permite que las paredes arteriales se encuentren más relajadas.

Fortalece las funciones cognitivas:

El maíz ayuda a mejores las funciones cognitivas, gracias a que contiene vitaminas del grupo B que aumentan la energía, también combaten el estrés y permiten que el organismo descanse mejor al dormir.

Además contiene tiamina, que se encarga de fortalecer la memoria y la concentración.

Desventajas de consumir maíz.

Contiene ácido fítico:

Según los estudios realizados, se ha comprobado científicamente que el ácido fítico presente en el maíz, no permite que el organismo procese correctamente los micronutrientes. Por lo tanto, el consumo de este cereal puede profundizar enfermedades tales como la anemia, aumentar los problemas inmunológicos, entre otros.

Pueden contener toxinas:

Debido a la alta susceptibilidad del maíz, debe cuidarse de no ser expuesto a hongos o toxinas ya que, puede acarrear efectos negativos para el organismo. Su consumo constante puede incluso llegar a aumentar la posibilidad de sufrir de cáncer.

No debe ser consumido si se es intolerante o alérgico al maíz:

Los pacientes que son intolerantes al gluten no deben consumir esta clase de cereales, de igual manera que las personas alérgicas, pues comenzaran a presentar hinchazón, diarrea, entre otros síntomas.

No debe ser consumido por personas intolerantes a los FODMAP:

Los FODMAP, son cadenas de carbohidratos que no son absorbidas correctamente por el organismo, por lo que puede desencadenar síntomas gastrointestinales tales como gases, hinchazón, entre otros.